En una conversación
cotidiana del fin de semana analizaba la importancia de hacer aquello que
realmente nos gusta. Somos afortunados aquellos que lo hacemos, poniendo pasión
y entusiasmo en cada tarea. ¿Qué me decís de aquellos/as que esta semana han
regresado a su trabajo sin ningún tipo de motivación o de aquellos que retoman
la búsqueda con negatividad y desasosiego? La respuesta inmediata puede ser que
trabajaran con menos calidad, posiblemente a un ritmo inferior, que obtendrán
peores resultados y todo ello reforzará sus opiniones negativas y su forma de
ver las cosas.
Es cierto que
pasamos muchas horas de nuestra vida en un puesto de trabajo y que lo óptimo
sería satisfacer nuestras necesidades (ver teoría de lasnecesidades de Maslow) a través de
él; si bien, el tipo de trabajo es una de
las vías, NO LA UNICA. Os preguntaréis el porqué de esta afirmación y es muy
simple; todos podemos tener el trabajo "perfecto" ya que
depende de cómo lo miremos, de cual
sea nuestra percepción, está dentro
de nosotros. Incluso en situaciones complejas, tenemos mucho que decir. Por ejemplo, si existe una mala relación con los/as compañeros/as o con nuestro jefe/a podemos elegir como vivirla, como vamos a dejar que afecte a nuestra vida, a nuestro estado de ánimo.
Podemos utilizar un puesto de minería para ejemplificar esto. A muchos puede resultarles un trabajo durísimo y poco
reconfortante mientras que para otros es lo que más les gusta debido a que perpetúa
la tradición familiar y residen en su tierra. ¿Cambia el puesto de trabajo? No,
lo que cambia es la forma de verlo, nuestro mapa interno.
¿Cómo podemos
aplicar esta reflexión en la búsqueda de empleo o en la reincorporación a
nuestro puesto de trabajo? Tomando como referencia al psicólogo y tititerapeuta
Fidel Delgado, elige tu “yo” positivo, ponte las gafas de soñador y mira cada situación
desde diferentes perspectivas de tu mapa.
¡Disfrutar del surtido de gafas!
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