domingo, 18 de mayo de 2014

Efectos psicológicos de los cumpleaños

Algo que ocurre de forma inevitable cada 365 días (366 en los años bisiestos) es que sumamos una vela más en nuestra tarta, un tirón de orejas añadido o cualquier otra evidencia de un nuevo aniversario de nuestro nacimiento. En este sentido existen dos tipos de personas: las que aman y las que odian su cumpleaños.

Para las personas que aman su cumpleaños supone un día especial, lleno de momentos mágicos y cercanía con sus seres queridos. Al menos un mes antes comienzan a anunciarlo, piensan cómo lo van a celebrar, miran qué día de la semana tiene lugar, insinúan posibles regalos y el día en cuestión tienen un “brillo especial”.

Sin embargo, existe un elevado porcentaje de personas (casi el 50%) para las cuales el cumpleaños es una fecha triste, evitan cualquier forma de celebración, ocultando en la medida de lo posible que ese día está sucediendo.

Los que aman su cumpleaños

Celebración del aniversario de su nacimiento, un año más de VIDA, es un día que permite estar cerca de los tuyos, divertirse, ser el protagonista y recuperar de algún modo ese narcisismo de la juventud. En definitiva, es una forma de recibir amor y mostrar afecto ante las personas importantes para ti.

Generalmente se asocia con el final de una etapa y el comienzo de otra donde se evalúan las metas alcanzadas y se fijan nuevos objetivos (ocurre algo similar al 31 de diciembre de cada año). Es un punto de inflexión para posibles cambios.

En líneas generales se trata de personas centradas en el presente, que disfrutan en mayor medida de cada momento y situación que se presenta. Afirmaciones como “hoy es el mejor momento para hacer algo” representan su forma de pensamiento.

Se asocia a personas optimistas, que interpretan el paso de la vida como una oportunidad para aprender, superar limitaciones y vivir nuevas emociones y experiencias.

Según explica el psicólogo francés Christian Helson (2007), celebrar el cumpleaños ayuda a envejecer mejor, o, en su defecto a aceptar de forma más favorable el paso del tiempo y acercar la edad subjetiva (cómo nos sentimos) a la edad cronológica (la de registro). Para que esto ocurra es necesario la existencia de ciertos elementos como la salud, una red social y la ausencia de traumas asociados a ese día.

Los que odian su cumpleaños

Muchas personas desean que el día de su aniversario pase desapercibido, es más, algunas pueden sentir desaliento o tristeza. Este sentimiento suele estar asociado a una sensación de “perder vida”. En otras palabras, se resta un año de existencia en este mundo.

Este sentimiento puede estar asociado con una pérdida de control sobre nuestra vida o la de nuestros hijos, así como a una falta de aprovechamiento de nuestro día a día. En algunos casos, está relacionado con sensaciones de desazón y descontento con nosotros mismos en un área importante de nuestra vida (familia, trabajo, salud..etc).

En determinadas religiones y/o ideas espirituales, tales como: testigos de Jehóva, budistas, taoístas, musulmanes y otros; la celebración del cumpleaños es desaprobada por diferentes razones, así como también lo fue durante un tiempo para el cristianismo, celebrándose únicamente el aniversario del matrimonio o la defunción.

Las personas que evitan celebrar su cumpleaños, eligen otros registros temporales para la consecución de metas u objetivos, poseyendo marcos temporales diferentes, por ejemplo años naturales, cursos académicos, etc.

Pueden existir determinados estereotipos negativos asociados a cumplir un número determinado de años; por ejemplo: “los adultos son unos aburridos”, “voy a tener que asumir grandes responsabilidades”, “cuando se llega a viejo, uno ya no sirve para nada”,  “los treinta y sin pareja: soy un fracasado”, etc.


¿QUÉ OCURRE EN TI PARA AMAR U ODIAR TU CUMPLEAÑOS?