miércoles, 22 de enero de 2014

Cambios que favorecen a jóvenes y mayores de 45

Actualmente los grupos de edad más castigados por el desempleo son los jóvenes menores de 30 años, más afectados cuanto menor es su edad; y por supuesto, las personas mayores de 45 años. Es más, me atrevería a decir que incluso a partir de 40 años son muchas las empresas que comienzan a mostrar reticencias en la contratación a personas en esa franja de edad. La edad por lo tanto, es un factor determinante en la búsqueda de empleo.

Desde la doble perspectiva de la orientación laboral y la selección de personal existe una dificultad para confluir intereses de ambas partes, debido a que muchas de las personas desempleadas forman parte del grupo de edad que las empresas evitan contratar. La solución es compleja puesto que pasa por un cambio cultural y un apoyo gubernamental. El gobierno de España viene desarrollando políticas activas de empleo en su estrategia 2011-2020 que ponen de manifiesto este interés y predisposición. Por ejemplo, su “Estrategiade emprendimiento y empleo joven 2013-2016” traza 100 líneas de actuación dirigidas a la mejora de la cualificación y formación, orientación e intermediación laboral, emprendimiento, igualdad de oportunidades y estímulos a la contratación. En relación a las personas mayores de 45 años, se han legislado incentivos y ayudas directas en la contratación así como puesto en marcha iniciativas formativas como certificados de profesionalidad o la acreditación de la experiencia laboral a través de la agencia de las cualificaciones.

Todos estos elementos son necesarios pero no suficientes, siendo imprescindible el cambio cultural  e ideológico de todos y cada uno de nosotros con respecto a los siguientes elementos: 

1.- Incluir la formación continua y recualificación profesional como pilar. Desgraciadamente, España está a la cabeza en abandono escolar con un 24,9% en 2012, duplicando la tasa europea. A esto se debe añadir, que solamente el 54% de los españoles de 25 a 64 años poseen estudios  superiores  a  la  primera  etapa  de  Educación  Secundaria, frente al promedio de algo más del 75 % de la población para la OCDE y  para la UE21 (datos 2011). Son muchas las personas que tras acceder al mercado laboral descuidan su formación considerando que “ya es suficiente”. Esto es algo completamente opuesto a la realidad, en la cual la formación debe ser continua y a lo largo de toda la vida manteniendo la productividad a través de la actualización de contenidos y métodos. ¿Cuál es tu situación respecto a esto?.

2.- Disminución de estereotipos vinculados con la edad. Algunas personas consideran que los jóvenes menores de 20 años presentan un mayor absentismo laboral, falta de iniciativa o de interés por el aprendizaje. Otra idea bastante extendida en relación a las personas mayores de 45 años es su estancamiento profesional, así como exigencias salariales más elevadas. Ambas afirmaciones son susceptibles de discusión y presentan grandes diferencias individuales, es por ello por lo que se debe valorar la profesionalidad de la persona independientemente de su edad. ¡Revisa sus ideas al respecto!.

3.- Cambios metodológicos en la intermediación laboral. Muchas veces los reclutadores e intermediarios nos encontramos con requisitos discriminatorios (edad, sexo, nacionalidad, etc) que se incluyen entre las preferencias de las empresas a la hora de cubrir un determinado puesto de trabajo. Es nuestra labor llevar a cabo una sensibilización en las empresas hacia la no discriminación, favoreciendo la reflexión del por qué de un determinado perfil e incluso eliminando la posibilidad de elegir este tipo de criterios.


4.- Búsqueda activa y eficaz de empleo a través de estrategias favorecedoras. Cada persona debe conocer  los recursos de empleo y potenciar su autoconocimiento, ponerlo en valor y transmitirlo a la empresa contratante utilizando los canales óptimos (Internet, autocandidaturas, contactos, presentaciones eficaces, etc). Por ejemplo, los jóvenes pueden mostrar su capacidad de adaptación, su rápido aprendizaje, su flexibilidad, sus amplios conocimientos teóricos, posibilidades de contratación en prácticas, etc. Evidentemente, algunos de estos aspectos están en las personas mayores de 45 años, unidos a un amplio bagaje profesional, contactos, incentivos en la contratación, ausencia de cargas familiares, etc. ¿Conoces los recursos y estrategias?¿Te conoces a ti mismo/a?.


5.- Convertir las limitaciones en oportunidades. Muy relacionado con el primer punto, algunas personas manifiestan que hay un exceso de requisitos para cualquier puesto vacante. Esta afirmación es cierta y la tendencia creciente. La creación de puestos de trabajo pasa por la especialización, la exigencia de un nivel formativo superior y amplios conocimientos de idiomas. Entonces ¿a qué estamos esperando?. Pasemos de la queja a la búsqueda de soluciones y si tu profesión está en declive busca otra/s que te ofrezcan una oportunidad.


6.- Mantén la motivación: “Lo imposible sólo tarda un poco más”. Cada día es una posibilidad para acceder a un puesto de trabajo; un día estará plagado de noes, pero el siguiente puede ser diferente, debes sentir que puedes. Aprende de cada día y obtén información valiosa que te ayude a mejorar

EDAD = OPORTUNIDADES
EDAD ≠ LIMITACIONES


jueves, 2 de enero de 2014

Pon tus propósitos del 2014 en acción

Ayer o anteayer posiblemente  decidiste cosas como: “este año me apunto al gimnasio”, “tengo que perder unos kilitos”, “Ya no tomo más alcohol” “Voy a ahorrar para las vacaciones”,  “Estudiaré inglés todas las semanas”, etc. Muchos de estos propósitos son los que año tras año están en nuestra lista; ¿Qué significa esto? Pues que hace unos cuantos años que los estamos incumpliendo. Una de las frases que estos días se ha visto en las redes sociales lo expresa claramente.

¿Por qué ocurre esto?:

1.- Igualamos  deseos a objetivos (ahora veremos la diferencia entre unos y otros).
2.- Deseamos otra cosa de forma mucho más potente e inconsciente que es contraria al propósito planteado.
3.- Existen creencias que nos limitan (el miedo, el sentimiento de fracaso, poca autoestima, etc).

En esta lista de propósitos, generalmente escribimos deseos o cosas que deseamos si bien carecen de detalle y de concreción por lo que resultan difícilmente alcanzables. Por ejemplo, si mi propósito para el año 2014 es ponerme en forma. ¿Qué es para mí ponerme en forma?,¿Cómo sabré que estoy en forma?, ¿Para cuándo quiero ponerme en forma?, ¿Cómo me veré cuando me ponga en forma?. Todas estas preguntas  (unidas a otras muchas) ayudan a concretar nuestro deseo y a que se convierta en un objeto. 
Según la RAE un objetivo es: Fin o intento a que se dirige o encamina una acción u operación“; mientras que un deseo es: “Movimiento afectivo hacia algo que se apetece“. Como se extrae de las propias definiciones, un objetivo conlleva acción; debe ir unido a comportamientos dirigidos a lograrlo. En los deseos se trata de algo afectivo, mucho más intangible que dinamiza a la persona si bien, carente de dirección en muchos casos. 
En definitiva, para que nuestros propósitos se conviertan en objetivos alcanzables debemos concretarlos de manera muy detallada respondiendo a preguntas como: ¿Qué quiero lograr exactamente?, ¿Qué es eso para mí?, ¿Para qué quiero conseguirlo?, ¿Cuándo quiero lograrlo?, ¿Cómo sabré que lo he alcanzado?, ¿Qué veré, que sentiré?, ¿Está implicado alguien más en el objetivo?. 
Una regla de oro para saber si nuestro objetivo es válido es que debe ser SMART (específico, medible, alcanzable, realista y fijado en el tiempo) además de estar planteado de forma positiva.


La segunda razón por la cual nos ocurre esto es debido a que realmente lo que deseamos es algo diferente, mucho más profundo, de lo cual a veces ni siquiera tenemos conciencia. Sigamos con el ejemplo de ponerse en forma; imaginemos que la persona que se propone este objetivo (ya he dicho que era un deseo y que sería necesario concretarlo para que fuese un objetivo) en realidad lo que anhela es sentirse bella/o tal y como es actualmente sin cambios en su físico. Si existe este sentimiento, cualquier intento que haga para ponerse en forma se verá saboteado porque realmente la persona quiere ser y mostrarse a los demás tal y cual es (el gimnasio, las dietas, la vida sana tendrán un corto recorrido en la vida de esta persona).

Por último están nuestras creencias, tanto las que tienen que ver con nosotros mismos como con el entorno. Por ejemplo, si creo que las personas que se fijan en el físico son superficiales y para mí eso es algo negativo será difícil que me ponga en forma ya que realmente no quiero que personas superficiales se interesen en mí. Otra creencia habitual es “no puedo” “no hay manera” “ya lo he intentado tres veces”, por lo tanto la autoestima de la persona se ve deteriorada y la confianza de alcanzar el objetivo reducida. (Os recomiendo leer más sobre creencias aquí).

En definitiva, algunas pautas para convertir los propósitos del 2014 en acciones son:

1.- Convierte tus propósitos en objetivos SMART y exprésalos de forma positiva (Ejemplo: En mayo voy a correr 30 minutos tres días a la semana).

2.- Analiza si existe algo dentro de ti algo mucho más profundo que puede ser contrario al objetivo que te planteas; el tal caso, puede producirse sabotaje.

3.- Examina las creencias vinculadas al objetivo planteado. Si te limitan u obstaculizan sería necesario trabajar en su cambio.

MIS MEJORES DESEOS PARA UN 2014 MÁGICO