lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Café o té?

Cada mañana al despertar, la mayoría de las personas tomamos una buena dosis de cafeína o teína. El calor al sujetar la taza, los diferentes aromas y sus matices, su sabor amargo en la boca y un sin fín de sensaciones nos inundan al tomar alguno de estos líquidos energizantes.

En mi caso soy "fan" del desayuno, es la comida del día que más me gusta y que más disfruto, quienes me conocen saben que necesito al menos 20 minutos para prepararlo y disfrutarlo. Es más, cuando por circunstancias debo prescindir de él, mi humor se ve alterado hacia el polo negativo. 

El café o el té pueden ayudarnos a centrarnos, a prestar atención a cosas maravillosas que nos están ocurriendo en ese preciso momento. Por ejemplo, nos hemos levantando para ir a trabajar, para llevar a nuestros hijos al colegio, para darle una sorpresa a nuestra pareja, irnos a hacer deporte...en definitiva; para alcanzar nuestra META del día
Recomiendo encarecidamente que realicéis el desayuno como si fuera un ritual, poniendo en él toda vuestra atención, seleccionando los productos de forma consciente, saboreando cada bocado, escuchando lo que vuestro cuerpo y vuestros pensamientos os tienen que decir a esas horas de la mañana.

Este va  a ser el último post del año 2014 y lo quería despedir desde un punto de vista muy personal. Unas líneas más arriba he dicho que son "fan" del desayuno y además son "fan" de las tazas. ¡Me encantan!. Si tienes sueño, estás cansado e incluso la leche se derrama por el suelo; una preciosa taza hace que vuelvas a sonreír.

Hace algunos años la variedad de tazas era menor, pero actualmente existe una clara tendencia hacia las "tazas mensaje" (se trata de una acepción propia) . Mi última propuesta para mejorar nuestro día a día es muy simple.

1.- Elige una taza que te guste (la que más te guste)
2.- Ponla en la carta a los Reyes Magos.
3.- En su defecto, cómprala tú mismo/a; ya sabes lo importante que es premiarse y celebrar los logros.
4.- Elige otra especial para otra persona y regálala.
5.- Si deseas dejar alucinado/a a la otra persona, decórala tú mismo/a.

¿Con cuál os quedaríais?












¡¡FELIZ AÑO 2015, ESPERO QUE LO EMPECÉIS PERSIGUIENDO 
VUESTROS SUEÑOS!!

viernes, 14 de noviembre de 2014

La vida cambia en un minuto

Cada uno de nosotros tenemos una historia, una casuística personal que a veces viene definida por factores ajenos a nuestra voluntad.

Hoy he elegido hablar de ENFERMEDAD (que fea me resulta esta palabra). Uno de mis valores principales es la SALUD, e intento que la mayor parte de mi día a día me la genere; hábitos físicos y emocionales saludables destacan siendo una forma preventiva de actuar; aunque a veces esto sea insuficiente.

Todos aquellos que tenemos SALUD somos afortunados, siendo un valor secundario en el sentido de que mientras la tenemos le prestamos poca atención si la comparamos con otros valores como el desarrollo personal, la amistad, la justicia, etc. ¿Qué ocurre cuando la perdemos o se ve deteriorada?. Posiblemente nuestra vida cambia por completo; a veces tiene únicamente consecuencias personales aunque generalmente también afecta a cuestiones laborales.

Estos días he conocido personas que debido a lesiones fortuitas y/o a enfermedades comunes se han visto obligadas crear una nueva forma de vida. Supongo que todos conocemos a alguien que ha sufrido un accidente de tráfico, una enfermedad grave o simplemente le han asignado un porcentaje de minusvalía por algún tipo de afectación.

¿Cómo comenzar una nueva vida en nuestra madurez?. Desde mi punto de vista, se necesita un gran esfuerzo emocional por parte de la persona atravesando diferentes momentos hasta llegar a la aceptación. Sin esta fase, la construcción de una nueva vida se ve limitada y la persona queda atrapada en un círculo de autodestrucción impidiendo forjar nuevos objetivos personales y profesionales.

Desde el punto de vista psicológico existen cinco fases de afrontamiento o duelo de una enfermedad tal y como las define Kübler- Ross:

1.- Negación. La persona considera imposible que la enfermedad le esté sucediendo. Puede incluso evitarse hablar de la enfermedad, pensar en ella. Esta fase cumple una función adaptativa, en la cual se amortigua el impacto de la situación. Expresiones como “esto no me puede estar pasando”, “seguro que hay algún error”…etc pueden presentarse.

2.- Enojo o frustración. Se producen reacciones de enfado, ira o agresividad al verse afectada la salud, que frecuentemente se manifiestan contra la familia, amigos y personas cercanas. Es aconsejable que esta fase sea lo más corta posible debido al daño añadido que genera.  La persona se expresa en términos “¿Por qué a mi?”, “¡No es justo!”, etc.

3.- Negociación. Se comienza a ver la posibilidad de generar pactos/acuerdos con uno mismo y la enfermedad para dar sentido a la situación. En este momento la persona afronta la situación con más energía y entusiasmo en un tira y afloja donde se intentan generar acuerdos para ganar (algo).Pueden presentarse expresiones como “ por favor, que esto no afecte a los demás”, “ espero que exista una posibilidad para…..”,etc.

4.- Depresión o duelo. Si la negociación es poco fructuosa, la persona comienza a tener pensamientos negativos, tristeza y deja de esconderse mostrando todo su desaliento. Puede presentarse asociado a la necesidad de aislamiento, de evitar el contacto con otros e incluso de depresión profunda.

5.- Aceptación. En ocasiones puede tardar mucho tiempo llegar a esta fase, en la cual se acepta la situación y la persona adapta sus metas y objetivos a la nueva situación que atraviesa generando un importante esfuerzo emocional. Esta fase no debe asociarse con la alegría (al menos en un momento inicial) sino con la libertad, la persona se libera del peso que sufría, es como si el dolor hubiese desaparecido.  A partir de este momento, se inicia la construcción de una nueva vida.

Estas fases pueden presentarse de forma similar en otros procesos dolorosos como pérdida de un empleo, un divorcio, el fallecimiento de un ser querido, etc y el orden de las fases puede verse alterado.

Recordemos que EL MEJOR MOMENTO PARA VIVIR LA VIDA ES AHORA, evitando esperas y postergando momentos agradables. La vida resulta bipolar siendo maravillosa en algunos momentos y desalentadora en otros; el siguiente vídeo muestra cómo puede cambiar en un solo minuto. ¡GRACIAS ANTONIO!


lunes, 6 de octubre de 2014

¿Es el coaching para mí?

Una de las cosas que me ocurre cuando impartimos formación en coaching es que los alumnos/as finalmente me dicen “pero entonces, ¿todos necesitamos hacer un proceso de coaching?”. Después de sonreír ante la pregunta (porque siempre se da en algún momento de los cursos), mi respuesta es más o menos la siguiente “todos en un momento u otro de la vida nos sentimos desorientados, tenemos la necesidad de que algo o alguien nos de el empujón definitivo, algo se nos resiste o simplemente queremos más de algo (felicidad, tiempo, armonía, dinero, liderazgo, organización, éxito….etc); para todo esto el coaching es infinitamente válido”.

Según ASESCO (Asociación Española de Coaching) el coaching profesional es un proceso de cambio favorecido por la relación profesional establecida entre el cliente y el Coach, a través de la cual, consigue alcanzar sus objetivos en cualquier ámbito de la vida elegido para dicho cambio.

El coaching va dirigido a personas y organizaciones que deseen iniciar y o facilitar  cambios en cualquier ámbito. Concretamente el PARA QUÉ del coaching en las personas y en organizaciones, podría resumirse con las siguientes frases:

“Disfrutar de cada una de las cosas que hacemos en el momento presente”


“Encontrar y vivir la vida que tú elijas”


Atreverse a elegir un futuro profesional”


“Mejorar nuestras relaciones sociales y sentimentales”


“Lograr nuestras metas u objetivos pendientes”


“Generar alternativas y elegir la MEJOR”


“Mejorar como profesional y/o empresario”


“Flexibilizar o cambiar tus pensamientos e ideas”


“Superar limitaciones y explorar todo tu potencial”


“Iniciar un nuevo proyecto personal y/o profesional"


“Optimizar los tiempos y la efectividad”


“Potenciar una o varias capacidades personales y/o profesionales”


………En definitiva, tener más y mejor de cualquier cosa que uno desee para sí mismo/a y para su organización.

Si crees que el coaching puede ayudarte a TI o a tu ORGANIZACIÓN, durante el mes de octubre puedes realizar una formación eminentemente práctica que te aportará recursos desde el inicio. Puedes consultar toda la información aquí.

¿QUÉ HARÍAS SI EL COACHING FUESE PARA TI?






jueves, 11 de septiembre de 2014

Todo esfuerzo conlleva una recompensa, ¿Seguro?

Quizá título de esta entrada nos aleja del habitual optimismo;  y es que al igual que hay momentos llenos de luz, también los hay poblados de nubes donde incluso los rayos y los truenos exigen su protagonismo. 

A lo largo de nuestra experiencia son muchas las metas que alcanzamos y superamos; día a día pequeños o grandes retos caminan delante de nosotros esperando ser atrapados; pero, ¿qué ocurre cuando uno de ellos avanza demasiado rápido impidiendo que lleguemos a él?.


Posiblemente nuestro lenguaje no verbal sea similar al que tiene Tom persiguiendo a Jerry en esta viñeta generado por la intrusión de pensamientos negativos (e insconscientes) en nuestro cerebro. Tom puede estar pensando: “nunca lo alcanzaré”, “siempre se sale con la suya”, “estoy harto de no pillarlo”, “los demás van a pensar que soy estúpido”, “no soy lo suficientemente rápido”, etc. Estos pensamientos conducen a un estado emocional de frustración, ira o enojo que obstaculiza la consecución de nuestro objetivo y en ocasiones en abandono del mismo (es decir, Tom y su baja autoestima dejarían de perseguir a Jerry).

Pero realmente, ¿qué hay detrás de la falta de resultados ante un objetivo concreto? La respuesta es AUTO-SABOTAJE. Según Alyce P. Cornyn-Selby: "Auto-sabotaje es cuando decimos que queremos algo y después nos aseguramos de que no suceda". Quizá os preguntéis; ¡Pero si Tom sí que quiere coger a Jerry!. Cierto, pero además de esto, Tom tiene dentro de él otra serie de comportamientos, capacidades, creencias, valores e imagen de sí mismo que actúan como ancla, sería una especie de cuerda invisible (porque en realidad no la vemos- no somos conscientes) que le une a una piedra difícil de mover. Finalmente, algunos de estos elementos frenan el avance y dificultan conseguir el objetivo.

Es de vital importancia bucear dentro de nosotros y tomar conciencia de todas las cosas, y digo todas (o al menos las máximas posibles) que actúan como obstáculos. A menudo ocurre que continuamos con nuestro sabotaje porque hemos superado alguno o varios de esos lastres, pero continuamos alimentando con nuestros pensamientos y conductas a otros de igual poder.  Muchas de las cosas de las que debemos tomar conciencia pertenecen al plano del subconsciente, generado principalmente durante los seis primeros años de vida y alimentado por los más de 90.000 pensamientos  diarios, muchos de ellos pertenecientes a hechos pasados.

En líneas generales las personas mostramos ciertas dificultades para acceder al plano del subconsciente suponiéndonos un gran esfuerzo. Con frecuencia, en un primer intento obtenemos respuestas en la línea: “ni idea”, “no lo sé”, “¿pero qué me ocurre?”, “¿por qué esto se me resiste?” “Cómo soy capaz de pensar esa barbarie?”.  Existen diferentes metodologías (algunas de ellas ancestrales) que nos permiten acceder con mayor facilidad al plano del subconsciente: la hipnosis eriksoniana, la programaciónneurolingüística meditación,  mindfulnesscoaching y otros.

Después de la toma de conciencia de esos "lastres insconscientes", sentiremos un gran empoderamiento ya que podremos idear planes de acción  (cambio de creencias, vivencia de valores, modificación de comportamiento, variaciones en los hábitos o entorno, eliminación de relaciones tóxicas, etc) orientados a alcanzar pequeños y grandes hitos.

En la siguiente afirmación, Mahtma Gandhi vislumbra la necesidad de perseverar en nuestras metas y sueños superando cualquiera de los obstáculos con los que nos encontremos, incluidos, por qué no, los que se encuentran en nuestro subconsciente. En resumen, "todo esfuerzo conlleva una recompensa,¿seguro?. Sí, seguro."



martes, 19 de agosto de 2014

Distorsiones cognitivas. ¿Cuál o cuáles te ocurren en mayor medida?

Hace algunos días a través de conversaciones cotidianas mantenidas con mi entorno, tomé mayor conciencia de la cantidad de distorsiones cognitivas o sesgos de pensamiento que tenemos las personas; los cuáles se producen en nosotros de forma automática e inconsciente. Algunos de ellos, pueden ayudar a que pensamientos nocivos e incluso irracionales se implanten en cada uno de nosotros.

Aaron T. Beck (1976), a través de su modelo de Terapia Cognitiva (TC), considera que gran parte de los trastornos psicológicos (ansiedad, depresión, ira…etc) provienen con frecuencia de maneras erróneas de pensar en las cosas concretas y habituales. Esta forma errónea y automática de pensamiento es la que él denominó “distorsión cognitiva".

¿Por qué se produce esto? En nuestro cerebro existen una serie de esquemas mentales a través de los cuáles otorgamos un significado a los estímulos, es decir, generamos pensamientos. Estos pensamientos pueden ser a) Automáticos (PA), sería algo así como una hipótesis rápida acerca de lo que va a ocurrir en base a nuestras experiencias previas y a la presencia o ausencia de condiciones fácticas. b) Voluntario (PV), aquellos sobre los cuales la persona tiene un control y existe un razonamiento elaborado de los mismos. Las distorsiones cognitivas se generan a partir de los pensamientos automáticos (PA), es decir de forma involuntaria e inconsciente.

La distorsión cognitiva se refiere al proceso erróneo de elaboración de datos (acontecimientos, hechos, síntomas, etc) los cuáles van más allá de la propia evidencia; es considerada como una lectura sesgada de la realidad. Todos y cada uno de nosotros realizamos distorsiones cognitivas ya que se trata de un proceso adaptativo a través del cual el celebro filtra y selecciona una parte de la información en base a nuestras preferencias funcionando de forma operativa y sin sobrecargas de información. Sin embargo, a menudo, este filtrado y procesamiento erróneo de la información genera en nosotros ideas y/o emociones negativas.

Las distorsiones cognitivas más frecuentes definidas en la Terapia Cognitiva por Beck son las siguientes:

1.- Pensamiento dicotómico. Las cosas se expresan mediante categorías excluyentes, “o blanco o negro”, sin tener en cuenta posiciones intermedias. Por ejemplo, la dicotomía amor vs odio; “si una persona no me quiere, es que me odia”. Otra dicotomía relacionada con el éxito vs el fracaso sería; “si una situación no es absolutamente perfecta, es un completo fracaso”.

2.- Sobregeneralización. Tendencia a pensar que si ha ocurrido una vez, se va a dar la misma situación en multitud de ocasiones. Tristemente la persona aprende que el resultado de una situación ocurrirá en diversas ocasiones. Por ejemplo: “si una vez he suspendido el examen, nunca lo aprobaré”, “si me puse enferma antes de irme de vacaciones, en todas mis vacaciones estaré enferma”.

3.- Abstracción selectiva. Enfocarse únicamente en un aspecto de la situación o persona, generalmente negativo, mientras que el resto de elementos importantes se ignoran. Por ejemplo, cuando nos centramos en un comentario negativo de una persona sin tener en cuenta el resto positivos; o bien , aquellas situaciones en las que sólo vemos lo negativo de una persona, obviando las cosas que también hace bien.

4.- Negativismo. Se agravan las cosas negativas o bien se desvalorizan las positivas; en un extremo, ni siquiera se llegan a percibir. Una característica del negativismo es la realización de presagios y predicciones negativas. Un ejemplo de esta distorsión es cuando prevés que nunca más tendrás éxito o te enamorarás.

5.- Lectura del pensamiento.  Ocurre cuando presuponemos las intenciones de otros o cuando pensamos que otras personas están realizando juicios negativos acerca de nosotros. Por ejemplo afirmar cosas como “sé lo que piensas de mi”, “sabía que me fallarías”,etc

6.- Falacia de la recompensa divina. Tendencia a no buscar soluciones a los problemas actuales pensando que la situación se resolverá “mágicamente” o uno obtendrá a largo plazo una recompensa si se deja como está. Por ejemplo “tendré más tiempo en un futuro aunque continúe en este trabajo”, “si es así, será porque es lo mejor para mí”.

7.- Catastrofismo. Imaginar y rumiar acerca del peor resultado posible de algo, sin tener en cuenta la probabilidad de que ocurra así como las consecuencias reales de la situación. Por ejemplo: “me van a despedir como este trabajo sea un fiasco”, “mi hijo va a ser un desgraciado si no estudia”.

8.- Magnificación o Minimización.  Incrementar la magnitud (sobreestimar) de los sucesos negativos  o bien subestimar las situaciones positivas (infravalorar). Por ejemplo “soy buena estudiante pero continúo siendo fea”, “soy fiel y perseverante pero un segundón en la empresa”.

9.- Razonamiento emotivo. Tendencia a creer que lo que la persona siente emocionalmente es necesariamente cierto; se formulan supuestos en base a lo que la persona siente y no la realidad. Por ejemplo: “si estoy desanimado, es que no hay ninguna esperanza”, “tengo el estómago revuelto, las cosas saldrán mal”.

10.- Deberías.  El uso de los “debería”, “debo”, “tendría que”…etc indica la presencia de una actitud rígida y con cierta tendencia hacia la confusión entre el deseo y las imposiciones. Cualquier desviación de estas normas se considera intolerable y genera un estado emocional negativo. Por ejemplo: “debería quedarse más si se considera un profesional”, “tendría que tener más atención ahora que estoy enferma”.

11.- Etiquetado. Ampliamente unido al de sobregeneralización, ocurre cuando un acontecimiento específico se considera como una característica general de la vida o persona, y no como uno más entre todos. Por ejemplo: “todos los hombres son infieles por naturaleza”, “los aragoneses son…..”.

12.- Personalización. Consiste en relacionar lo que ocurre con nosotros mismos, es decir, percibir una intencionalidad de los demás o de las situaciones hacia nuestra persona. Por ejemplo: “si no coge el teléfono es porque me quiere fastidiar”, “llega tarde para que yo lo haga”.

Otros autores han ampliado el número de distorsiones cognitivas existiendo un número mayor de las mismas como por ejemplo el perfeccionismo, la culpabilidad, falacia de control, etc.


Canciones que ejemplifican algunas distorsiones cognitivas

Según la Terapia Cognitiva y el Coaching, una de las premisas para cualquier proceso de cambio es la toma de conciencia. Como se ha comentado anteriormente, estas distorsiones cognitivas son generadas por pensamientos automáticos, es decir, inconscientes, por lo que lo primero que debe hacerse es tomar consciencia de ellos y elevarlos al plano de lo controlable. ¿Cómo? Existen algunas palabras clave indicio de que se está produciendo una distorsión cognitiva en el pensamiento.

Te proponemos que tomes papel y lápiz y elabores una lista durante 7 días con los pensamientos que posees que contengan las siguientes palabras clave o similares; presta especial atención a aquellos que sean recurrentes.

Distorsión Cognitiva Palabras clave
Pensamiento dicotómico “correcto vs incorrecto”, “bueno vs malo”, “verdadero vs falso”
Sobregeneralización “todos”, “cualquiera”, “nunca” , “nadie”, “siempre”
Abstracción selectiva “no soporto que…” “no aguanto que…” “es completamente insoportable que…”
Negativismo “nunca me sale bien“, “todo me pasa a mi”
Lectura de pensamiento “eso lo dice por..´” “ellos piensan que soy…..” “sé lo que me va a decir”
Falacia de la recompensa divina “Si Dios lo quiere…” “Si es así, será por algo”
Catastrofismo “es terrible si…” “sería horrible que..”
Magnificación/Minimización “Nada de lo que hago merece la pena” “nunca es suficiente”
Razonamiento emotivo “si me siento así, es….”
Deberías “debo”, “se debería” “necesitaría” “tengo que”, “debo de”
Etiquetado “Es……” “Soy….”
Personalización “Es culpa mía” “Lo hacen para fastidiarme” “Me enfadan” “Lo dice por mi”

Y recuerda:

"Hasta que no hagamos consciente el inconsciente, este dominará nuestra vida y le llamaremos destino”. Carl Jung

martes, 1 de julio de 2014

Busca tu paréntesis: Estrés y empleo

Por las fechas en las que estamos, pensar en unos días de desconexión y relax es habitual, esos momentos nos permiten recuperar energía y llenar nuestra mente de proyectos y retos para la última parte del año.

Para las personas inmersas en la búsqueda de empleo estos días son igual de necesarios que para aquellos que vivimos la vorágine laboral. Quizá esta afirmación sorprenda a algunas personas; si bien el estrés generado ante la búsqueda activa de empleo es igual o superior al que tenemos en momentos de mucha actividad laboral.

Las personas experimentan estrés cuando sienten que existe un desequilibrio entre lo que se les exige y los recursos con que cuentan para satisfacer dichas exigencias. Según Lazarus y Folkman ( 1980) como paso intermedio existe la evaluación cognitiva, definido como proceso mental mediante el cual evaluamos dos factores:
  • Evaluación primaria: La persona juzga el significado de la transacción particular con respecto a su bienestar ¿Es "irrelevante, "benigna-positiva" o "estresante"?.
  • Evaluación secundaria: La persona evalúa sus recursos y opciones de afrontamiento ( físicos, sociales, psicológicos y materiales) frente al elemento estresante.
Esta evaluación es diferente para cada persona, jugando un importante papel las creencias y la valoración que uno tenga de sí mismo y del entorno para llevar a cabo el proceso de afrontamiento.

¿Por qué se produce estrés en la búsqueda de empleo? Independientemente de la evaluación cognitiva que cada persona realice de la pérdida de un empleo, suelen estar presentes algunos de los siguientes elementos:

  • Se produce un daño o  pérdida. Por ejemplo, “me descartan de una oferta de trabajo”, “dispongo de un menor poder adquisitivo”, "no sé que hacer con el tiempo", etc.
  • Existe una amenaza. Por ejemplo, “buscarán a alguien más joven/con más experiencia”, “es muy complicado estar entre los mejores”, "todo el mundo dice que es muy complejo encontrar trabajo", etc.
  • Aparece un nuevo reto en la vida de la persona. “Debo encontrar trabajo pronto”, “tengo que ser capaz de mostrar mi valía”,etc.
  • Situación de incertidumbre. Al perder posibilidades de predecir nuestro futuro, se exageran inconscientemente los recursos que serán necesarios ante la búsqueda.
  • Deterioro de la confianza en uno mismo y de la autoevaluación. Por ejemplo “¿Por qué a mi?” “¿Sabré hacerlo?” “Cuando lo digo, me miran como a un bicho raro”,etc.
  • Reducción del círculo social. Al estar más tiempo en casa, se produce un deterioro de la red social de la persona. También puede ocasionarse un aislamiento voluntario del resto de personas.

Son muchos los autores que proponen el uso de determinadas técnicas para superar el estrés entre las que se cita:

  • Realizar ejercicio físico para la liberación de endorfinas.
  • Cuidar la alimentación y el descanso, siguiendo una dieta saludable así como un sueño reparador de entre 7-9 horas diarias.
  • Técnicas de relajación: meditación, respiración, estiramientos, yoga, reiki, etc
  • Reforzar ideas flexibles sobre nosotros mismos y los resultados a obtener.
  • Técnica de visualización. Relajarse e imaginar vívidamente diferentes cosas positivas, que nos aporten paz y felicidad, de la forma más real posible y con todos los detalles posibles.
  • Entrenamiento en solución de problemas: Identificar, describir con detalle la situación, generación de alternativas, evaluación de consecuencias de cada alternativas, plan de acción y valoración final.
  • Apoyarse en la red social manteniendo una vida social activa.
  • Ocio como factor ineludible. Elegir una actividad placentera y ponerla en práctica de forma continuada: bailar, teatro, lectura, cocinar, etc. 

Después de esta recopilación de tips para lograr tu paréntesis, elige aquella actividad o técnica que más te ayude, ES TU ELECCIÓN.

¿COMO VAS A LLEVAR A CABO TU PARÉNTESIS?


                                                                                     

martes, 17 de junio de 2014

Zona de confort en la búsqueda de empleo: Salir de la “baldosa”

En la sociedad actual continúan existiendo personas a las que el desempleo afecta especialmente debido a factores como la edad, el nivel formativo, existencia de problemas de salud, fricciones de la unidad familiar, etc. Sin embargo y a diferencia de otras épocas, actualmente administración pública, entidades o instituciones, red social, iniciativa privada y otros, ponen a disposición de cualquier persona herramientas y recursos que permiten, independientemente de la situación de partida disponer de los elementos básicos para la búsqueda de empleo.

La orientación laboral es un paso ampliamente recomendado, casi obligado, antes de iniciar una búsqueda activa de empleo contribuyendo a que los recursos y herramientas se vean incrementados u optimizadas existiendo más de 15 vías para encontrar un puesto de trabajo. A través de este servicio podemos obtener la información para una buena búsqueda de empleo.

La información es un paso fundamental en el proceso, si bien todavía lo es más la motivación y nuestra actitud hacia la misma. 
A veces quedamos encerrados en nuestro “círculo” o “baldosa” (zona de confort), temiendo salir de él por miedo a fracasar, a perder lo que tenemos, a una crítica, a recibir un no por respuesta, por habituamiento, por desconocimiento de qué hacer, etc.

La zona de confort se puede definir como aquella en la que nos sentimos seguros, controlamos lo que ocurre en la misma, las cosas que hay nos satisfacen en mayor o menor medida, si bien son conocidas para nosotros. Así mismo, la zona de confort es el conjunto de límites que nos impiden avanzar, nos hayamos “cómodamente incómodos” y su principal manifestación es la queja continuada. Cuando superamos esos límites, la perspectiva de las cosas se amplia, generando nuevos aprendizajes y aumentando nuestro horizonte y posibilidades.

En la búsqueda de empleo y en especial en los colectivos vulnerables, se requiere salir de nuestra zona de confort (de aquello que conocemos, que nos resulta habitual, incluso de aquellas cosas que nos resultan desagradables como recibir un no por respuesta).
Esto que a priori puede parecer sencillo, requiere un proceso de autoconocimiento y de toma de conciencia a través del cual podremos comprobar donde nos hemos quedado atrapados (qué creencias tenemos acerca del mundo y de nosotros mismos, los miedos que nos paralizan o el impulso hacia nuestras metas, las inquietudes..etc).
A partir de ahí se inicia un  proceso de cambio a través de planes de acción en los que existirán avances y también retrocesos, pero fundamentalmente se obtendrán resultados diferentes que poco a poco conducirán a aprendizajes y al dominio de más herramientas y habilidades.

¿Qué proponemos para ampliar la zona de confort en la búsqueda de empleo?

1.-  Identifica hábitos y pensamientos desfavorables en tu búsqueda de empleo. Te recomendamos que los escribas.

2.- Incluye algo diferente en tu proceso diario de búsqueda (puede servir incluso el orden en el que haces las cosas) pero si decides arriesgarte con algo más novedoso,  mucho mejor.

3.- Si te falta algún recurso, infórmate  donde lo puedes conseguir (por ejemplo acceso a internet, ordenadores, donde me pueden hacer el currículum, qué formación hay, etc).

4.- Confirma las cosas por ti mismo/a, evita dejarte llevar por lo que el resto de personas te digan.

5.- Cambia un pequeño hábito de tu día a día (ir a tu casa por otro recorrido, comprar el pan en otra panadería, hablar con un vecino diferente…etc) y disponte a aprender.

6.- Ponte en la baldosa de otra persona que haya encontrado trabajo y analiza cómo lo ha hecho.

7.- Lee a diario e incrementa tus horizontes (revistas, investigaciones, curiosidades..etc).

8.- Proponte aprender al menos una cosa al día, puede ser cualquiera.

¿SALIMOS DE LA BALDOSA?