Los niños/as representan los
sueños, la creatividad, el aprendizaje, la superación, el crecimiento así como
la consecución de logros día a día. Quizá algunas de las personas que lean este
post recuerden el día que aprendieron a atarse los cordones de las zapatillas,
a montar una bici de dos ruedas o bien, el primer día que nadaron sin
manguitos. Esos fueron algunos de nuestros logros cuando éramos niños/as y
todos, sin excepción alguna, lo hemos sido.
¿Definiríais esto como logros? Según
la RAE, un logro es la acción y efecto de lograr, que a su vez lo define como
conseguir o alcanzar lo que se intenta o desea.
Acuérdate de ti, cuando tenías
apenas cinco años y montaste por primera vez la bici de dos ruedas sin ayuda.
¿Qué hiciste en ese momento? Sería bueno que dedicases unos segundos a vivir
esos recuerdos. ¿Ya los has dedicado?. Algunas posibles respuestas son: a)
gritar de alegría b) dar saltos c) abrazar a la persona que estuviese a tu lado
en ese momento d) correr a decírselo a todos tu seres queridos e) hacerlo una y
otra vez para que vieran que era cierto f) contárselo a tus compañeros/as del
cole, g) recibir felicitaciones o algún premio por parte de otras personas
h)……….
Cada minuto, miles de personas
alcanzan un logro, una meta o un propósito; apoyando de este modo su
autoconcepto, el cual determinará su autoestima y la motivación para actuar. Todo
ello contribuye al crecimiento y desarrollo personal a través del refuerzo positivo de nuestras acciones.
¿Qué puede ocurrir? A veces
restamos importancia a las cosas que alcanzamos y decimos frases como “va!!! no
es nada”, “cualquiera lo hace”, “era mi obligación” “no es para tanto”.
Hablándonos a nosotros mismos con ese lenguaje, perdemos la posibilidad de otorgarnos
valor por lo que hacemos.
¿Recuerdas como celebrabas tus
logros con 5 años? ¡Ese es el modo y por ello te pedí que dedicases unos
segundos!. Debemos recuperar al niño/a que tenemos dentro, celebrando cada
logro del día a día; evita convertirte en el ser humano que vive esperando conseguir grandes metas y pierde la conciencia de que en el día a día son muchas las que alcanza.
¿Con qué conducta te identificas,
celebras o restas importancia a tus logros? A continuación os propongo un
ejercicio que puede ayudaros.
1.- Coge papel y boli (o
cualquier otro soporte en el que tengas que escribir).
2.- Escribe todos los logros alcanzados
durante los últimos diez días, con un mínimo de quince de ellos. ¿Parecen muchos?
Seguro que hay muchos más, recuerda que debes pensar en cosas del día a día y
por supuesto el cumplimiento de grandes metas.
3.- Toma conciencia de cual fue
tu actuación. ¿Lo celebraste? Indica “Si” o “No” y si la respuesta es
afirmativa ¿Cómo lo hiciste?.
4.- Piensa en algunos de tus
logros cuando eras niño/a (montar en bici, ganar el torneo de futbol, aprobar matemáticas…) y como los celebrabas. Haz una larga lista con todas las formas de celebración que recuerdes.
5.- Y los niños de tu alrededor,
¿Cómo celebran alcanzar sus metas?. Amplía con ello tu lista (sólo son opciones, no las juzgues como buenas o malas en este momento).
6.- ¿Qué formas de celebrarlo
puedes utilizar ahora?. Ahora sí, es el momento de valorar como aplicamos "el modo niño" a nuestra situación actual. Un ejemplo: Cuando
era niño y conseguía algo siempre cantaba “We are the champions”, pero en la
oficina ahora mismo no lo puedo hacer. ¡¡¡Eso sí, puedo escucharla desde
Internet!!!
Recomiendo que día a día toméis conciencia de vuestros logros y los celebréis a través de alguna de las formas elegidas. El siguiente vídeo nos muestra formas de celebrar con 102
años.