miércoles, 28 de agosto de 2013

Cuando era niño y lograba algo ¡LO CELEBRABA!

Los niños/as representan los sueños, la creatividad, el aprendizaje, la superación, el crecimiento así como la consecución de logros día a día. Quizá algunas de las personas que lean este post recuerden el día que aprendieron a atarse los cordones de las zapatillas, a montar una bici de dos ruedas o bien, el primer día que nadaron sin manguitos. Esos fueron algunos de nuestros logros cuando éramos niños/as y todos, sin excepción alguna, lo hemos sido.

¿Definiríais esto como logros? Según la RAE, un logro es la acción y efecto de lograr, que a su vez lo define como conseguir o alcanzar lo que se intenta o desea.

Acuérdate de ti, cuando tenías apenas cinco años y montaste por primera vez la bici de dos ruedas sin ayuda. ¿Qué hiciste en ese momento? Sería bueno que dedicases unos segundos a vivir esos recuerdos. ¿Ya los has dedicado?. Algunas posibles respuestas son: a) gritar de alegría b) dar saltos c) abrazar a la persona que estuviese a tu lado en ese momento d) correr a decírselo a todos tu seres queridos e) hacerlo una y otra vez para que vieran que era cierto f) contárselo a tus compañeros/as del cole, g) recibir felicitaciones o algún premio por parte de otras personas h)……….

Cada minuto, miles de personas alcanzan un logro, una meta o un propósito; apoyando de este modo su autoconcepto, el cual determinará su autoestima y la motivación para actuar. Todo ello contribuye al crecimiento y desarrollo personal a través del refuerzo positivo de nuestras acciones.

¿Qué puede ocurrir? A veces restamos importancia a las cosas que alcanzamos y decimos frases como “va!!! no es nada”, “cualquiera lo hace”, “era mi obligación” “no es para tanto”. Hablándonos a nosotros mismos con ese lenguaje, perdemos la posibilidad de otorgarnos valor por lo que hacemos.

¿Recuerdas como celebrabas tus logros con 5 años? ¡Ese es el modo y por ello te pedí que dedicases unos segundos!. Debemos recuperar al niño/a que tenemos dentro, celebrando cada logro del día a día; evita convertirte en el ser humano que vive esperando conseguir grandes metas y  pierde la conciencia de que en el día a día son muchas las que alcanza.  

¿Con qué conducta te identificas, celebras o restas importancia a tus logros? A continuación os propongo un ejercicio que puede ayudaros.

1.- Coge papel y boli (o cualquier otro soporte en el que tengas que escribir).

2.- Escribe todos los logros alcanzados durante los últimos diez días, con un mínimo de quince de ellos. ¿Parecen muchos? Seguro que hay muchos más, recuerda que debes pensar en cosas del día a día y por supuesto el cumplimiento de grandes metas.

3.- Toma conciencia de cual fue tu actuación. ¿Lo celebraste? Indica “Si” o “No” y si la respuesta es afirmativa ¿Cómo lo hiciste?.

4.- Piensa en algunos de tus logros cuando eras niño/a (montar en bici, ganar el torneo de futbol,  aprobar matemáticas…) y como los celebrabas. Haz una larga lista con todas las formas de celebración que recuerdes.

5.- Y los niños de tu alrededor, ¿Cómo celebran alcanzar sus metas?. Amplía con ello tu lista (sólo son opciones, no las juzgues como buenas o malas en este momento).

6.- ¿Qué formas de celebrarlo puedes utilizar ahora?. Ahora sí, es el momento de valorar como aplicamos "el modo niño" a nuestra situación actual. Un ejemplo: Cuando era niño y conseguía algo siempre cantaba “We are the champions”, pero en la oficina ahora mismo no lo puedo hacer. ¡¡¡Eso sí, puedo escucharla desde Internet!!!

Recomiendo que día a día toméis conciencia de vuestros logros y los celebréis a través de alguna de las formas elegidas. El siguiente vídeo nos muestra formas de celebrar con 102 años.



lunes, 19 de agosto de 2013

Liberándote de las toxinas de tu mente

Desde su lanzamiento en el 2012 el libro “GENTE TÓXICA; Como tratar con las personas que te complican la vida” de Bernardo Stamateas (puedes leerlo on line aquí) se ha convertido en un best seller con más de 250.000 ejemplares vendidos ¿A qué se debe su éxito?. Ahí va mi teoría: Identifica la toxicidad que otras personas poseen, el foco según Stamateas está fuera de nosotros/as mismos/as, está en los demás.  Stamateas define a las personas tóxicas como “aquellas que potencian nuestras debilidades, nos llenan de cargas y de frustraciones  saben lo que pasa en el ojo ajeno, pero se olvidan de ver lo que tienen en el propio”.


Cuando comencé a leer el libro fácilmente identificaba a personas que había conocido que podía clasificar de envidioso/a, chismoso/a, orgulloso/a, falso/a y un largo etcetera hasta sus trece categorías de personas tóxicas. A medida que iba avanzando en la lectura del libro me hice una pregunta ¿Cómo soy yo respecto a cada una de estas etiquetas?¿Soy alguna vez envidiosa? ¿Y chismosa? ¿Acaso en alguna circunstancia he sido o soy quejosa?.

En la introducción del libro indica que las personas tóxicas son aquellas que ven “la paja en el ojo ajeno, pero no en el propio”. ¡Qué mejor que empezar por uno mismo! Os invito a hacer un análisis previo de cada uno de nosotros antes de buscar nombres de personas que cumplen cada una de las descripciones y categorías; si únicamente buscamos la paja en el ojo ajeno seremos personas tóxicas.

El autoconocimiento es una de las llaves que nos va a permitir avanzar, abrir las puertas cerradas que encontramos en nuestro camino hacia el éxito (el que cada uno defina como su éxito). ¿Cómo se produce el autoconocimiento? Generando reflexión, reflexión sincera acerca de nosotros mismos, de nuestros deseos más íntimos y de los motivos que nos llevan a actuar de una determinada forma asumiendo la responsabilidad de ello. Con esto,  tenemos el poder de modificar y cambiar aquellos pensamientos, actitudes o conductas que han dejado de apoyarnos, de sernos útiles. Toda conducta, pensamiento o emoción de forma inicial fue positiva y nos favoreció; si bien, en este momento pueden obstaculizar nuestro desarrollo.

Muchas veces nos torturamos pensando en cosas que hemos hecho, errores del pasado, actitudes o conductas que bien se podrían clasificar en alguna de las categorías de personas tóxicas. ¿Qué quieres ser a partir de ahora? Esa es la pregunta clave. Las respuestas podrían ser “quiero ser generoso/a”, “quiero ser claro/a”, “quiero dar libertad a las personas de mi entorno”, “quiero saber disfrutar de lo que tengo”..etc.

A continuación quiero compartir con vosotros algunas de las citas del libro que más me han gustado: 

  •  “La única revolución válida es la que uno hace en su interior”. León Tolstói.
  • “Las palabras que no van seguidas de los hechos no sirven para nada” Demóstenes.
  • “El cambio es una puerta que sólo puede abrirse desde dentro” Terry Neill.
  • “El orgullo es el complemento de la ignorancia”. Bernad de Fontenelle.
  • “Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio”. Proverbio hindú.
  • “No hablaré mal de ningún hombre y hablaré todo lo bueno que sepa de todos”. Benjamin Franklin.
  • “Lo único que puedes cambiar del mundo es a ti mismo, y eso hace toda la diferencia del mundo” Cher.

¿Cómo quieres trabajar tus pensamientos, emociones y conductas tóxicas? Puedes ser lo que quieras llegar a ser.

miércoles, 7 de agosto de 2013

¿Qué te motiva en tu búsqueda? Motivación intrínseca vs motivación extrínseca


En los cursos de habilidades sociales que imparto me encanta realizar la dinámica ¿qué te motiva en tu búsqueda de empleo? Algunos alumnos/as me miran extrañados/as y supongo que pensarán… pues por qué va a  ser!!!!Por dinero, porque lo necesito!!!. En la actividad les pido que al menos indiquen diez motivos diferentes (de nuevo puede aparecer la cara de sorpresa!!!).  Una vez finalizada la dinámica se ponen en común “los motivos” y ¿qué suele ocurrir? Que existe un mayor número de motivos intrínsecos que extrínsecos.

Aclaremos primero que es la motivación intrínseca (interna) y extrínseca (externa) tomando las definiciones de Wikipedia.
 
 
  • La motivación intrínseca se evidencia cuando el individuo realiza una actividad por el simple placer de realizarla sin que obtenga algún tipo de incentivo externo. Un hobby es un ejemplo típico, así como la sensación de placer, la autosuperación o la sensación de éxito.
  •  
  • La motivación extrínseca aparece cuando lo que atrae al individuo no es la acción que se realiza en sí, sino lo que se recibe a cambio de la actividad realizada (por ejemplo, una situación social, dinero, comida o cualquier otra forma de recompensa).
 
En la búsqueda de empleo la motivación intrínseca sería por ejemplo la satisfacción por sentirse útil, aportar al entorno y a ti mismo, aprendizaje de cosas nuevas, cooperación con tus compañeros/as. Una motivación extrínseca sería ganar un salario, tener bonos para comidas, asistir a eventos sociales, tener un estatus social determinado, etc.  ¿Te animas a hacer la dinámica?.
 
1.- Toma papel y boli (también sirve una pizarra, móvil, etc)
2.- Realiza dos columnas: la primera de ella contendrá los motivos intrínsecos (internos) para tu búsqueda de empleo y la segunda contendrá los extrínsecos (externos).
3.- Anota todo aquello que te motive, que te mueva en tu búsqueda diaria (tómate tu tiempo, déjate llevar desde tu inconsciente y describe al menos diez motivos).
 
Una vez realizado el ejercicio ¿Qué has descubierto? ¿Te ha sorprendido algo? Enhorabuena si la columna de los motivos intrínsecos es larga y elaborada ya que son estos los que favorecen en mayor medida el movimiento, los que nos impulsan a actuar y nos ayudan a que caminemos cada día en busca de nuestros objetivos. Son aquellos que mantienen la fuerza y nos permiten alcanzar nuestros sueños.
 
Supongo que muchos habéis visto la película “En busca de la felicidad”, un claro ejemplo de motivación intrínseca y de superación. Quiero compartir con vosotros una de mis frases favoritas que Will Smith le dice a su hijo.
 
“Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo; ni siquiera yo. Si tienes un sueño, debes protegerlo. Las personas que no son capaces de hacer algo, te dirán que tú tampoco puedes. Si quieres algo ve a por ello”
 
 
¿Conoces tus motivos? ¿Has descubierto alguno/s nuevo/s?
 

jueves, 1 de agosto de 2013

Busca tu felicidad a través de tus valores (I parte)


Todo el mundo lo desea y anhela la felicidad; trabaja duro y se compromete con aquellas cosas y personas que cree que le van  a ayudar. ¿Alguna vez os ha ocurrido que pese a tenerlo “todo” eras infeliz? ¿Qué ocurría en ese momento?. En este post voy a intentar dar una pista de por qué puede ocurrir.

Nuestros deseos y motivos conscientes, lo que creemos que es importante para nosotros coexiste con los motivos y deseos inconscientes que debemos DESCUBRIR Y VIVIR CON PLENITUD.

La mayor parte de las acciones las realizamos para satisfacer lo consciente, lo que tenemos racionalizado (por ejemplo; tener calidad de vida); si bien en ocasiones, existen deseos y motivos inconscientes que son importantes para nosotros; incluso claves en nuestras vidas, pero están enmascarados por otros siendo su brillo escaso (por ejemplo: progresar).  Imaginemos la siguiente situación:

Piolín ha alcanzado sus objetivos, tiene una familia, un trabajo estable y controlado desde hace 5 años, posee un nivel económico que le permite vivir de forma cómoda, salud, etc, pero se siente triste
¿Qué le puede ocurrir a Piolín?
Supongamos que algunas de las cosas importantes para él  (valores) son el progreso y crecimiento.
¿Podemos entender  ahora a Piolín?

Comenzaremos clarificando que son los valores. Según diferentes acepciones de la RAE se indica que los valores son:
1. m. Grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite.
3. m. Alcance de la significación o importancia de una cosa, acción, palabra o frase.
10. m.. Cualidad que poseen algunas realidades, consideradas bienes, por lo cual son estimables. Los valores tienen polaridad en cuanto son positivos o negativos, y jerarquía en cuanto son superiores o inferiores. 



En definitiva, los valores son conceptos individuales (dependen de nosotros mismos) particulares y concretos que sostenemos en relación a lo que consideramos bueno o malo, justo o injusto, positivo o negativo. Son objetivos internos hacia los que tendemos o deberíamos tender para buscar nuestra felicidad. Representan cosas importantes para nosotros como la igualdad, la dedicación, el cuidado, la responsabilidad, crecimiento personal…etc. La "familia" en sí misma no sería un valor ya que no es concreto; sí lo sería la dedicación ya que depende de nosotros y es concreto.

Conocer nuestros valores y vivir alineados con ellos contribuirá a la felicidad y a sentirnos plenamente realizados.

¿Conoces tus valores? ¿Podrías hacer una lista con los diez más importantes?