jueves, 11 de septiembre de 2014

Todo esfuerzo conlleva una recompensa, ¿Seguro?

Quizá título de esta entrada nos aleja del habitual optimismo;  y es que al igual que hay momentos llenos de luz, también los hay poblados de nubes donde incluso los rayos y los truenos exigen su protagonismo. 

A lo largo de nuestra experiencia son muchas las metas que alcanzamos y superamos; día a día pequeños o grandes retos caminan delante de nosotros esperando ser atrapados; pero, ¿qué ocurre cuando uno de ellos avanza demasiado rápido impidiendo que lleguemos a él?.


Posiblemente nuestro lenguaje no verbal sea similar al que tiene Tom persiguiendo a Jerry en esta viñeta generado por la intrusión de pensamientos negativos (e insconscientes) en nuestro cerebro. Tom puede estar pensando: “nunca lo alcanzaré”, “siempre se sale con la suya”, “estoy harto de no pillarlo”, “los demás van a pensar que soy estúpido”, “no soy lo suficientemente rápido”, etc. Estos pensamientos conducen a un estado emocional de frustración, ira o enojo que obstaculiza la consecución de nuestro objetivo y en ocasiones en abandono del mismo (es decir, Tom y su baja autoestima dejarían de perseguir a Jerry).

Pero realmente, ¿qué hay detrás de la falta de resultados ante un objetivo concreto? La respuesta es AUTO-SABOTAJE. Según Alyce P. Cornyn-Selby: "Auto-sabotaje es cuando decimos que queremos algo y después nos aseguramos de que no suceda". Quizá os preguntéis; ¡Pero si Tom sí que quiere coger a Jerry!. Cierto, pero además de esto, Tom tiene dentro de él otra serie de comportamientos, capacidades, creencias, valores e imagen de sí mismo que actúan como ancla, sería una especie de cuerda invisible (porque en realidad no la vemos- no somos conscientes) que le une a una piedra difícil de mover. Finalmente, algunos de estos elementos frenan el avance y dificultan conseguir el objetivo.

Es de vital importancia bucear dentro de nosotros y tomar conciencia de todas las cosas, y digo todas (o al menos las máximas posibles) que actúan como obstáculos. A menudo ocurre que continuamos con nuestro sabotaje porque hemos superado alguno o varios de esos lastres, pero continuamos alimentando con nuestros pensamientos y conductas a otros de igual poder.  Muchas de las cosas de las que debemos tomar conciencia pertenecen al plano del subconsciente, generado principalmente durante los seis primeros años de vida y alimentado por los más de 90.000 pensamientos  diarios, muchos de ellos pertenecientes a hechos pasados.

En líneas generales las personas mostramos ciertas dificultades para acceder al plano del subconsciente suponiéndonos un gran esfuerzo. Con frecuencia, en un primer intento obtenemos respuestas en la línea: “ni idea”, “no lo sé”, “¿pero qué me ocurre?”, “¿por qué esto se me resiste?” “Cómo soy capaz de pensar esa barbarie?”.  Existen diferentes metodologías (algunas de ellas ancestrales) que nos permiten acceder con mayor facilidad al plano del subconsciente: la hipnosis eriksoniana, la programaciónneurolingüística meditación,  mindfulnesscoaching y otros.

Después de la toma de conciencia de esos "lastres insconscientes", sentiremos un gran empoderamiento ya que podremos idear planes de acción  (cambio de creencias, vivencia de valores, modificación de comportamiento, variaciones en los hábitos o entorno, eliminación de relaciones tóxicas, etc) orientados a alcanzar pequeños y grandes hitos.

En la siguiente afirmación, Mahtma Gandhi vislumbra la necesidad de perseverar en nuestras metas y sueños superando cualquiera de los obstáculos con los que nos encontremos, incluidos, por qué no, los que se encuentran en nuestro subconsciente. En resumen, "todo esfuerzo conlleva una recompensa,¿seguro?. Sí, seguro."



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