Quizá título de esta entrada nos aleja del habitual optimismo; y es que al igual que hay momentos llenos de
luz, también los hay poblados de nubes donde incluso los rayos y los truenos
exigen su protagonismo.
A
lo largo de nuestra experiencia son muchas las metas que alcanzamos y
superamos; día a día pequeños o grandes retos caminan delante de nosotros
esperando ser atrapados; pero, ¿qué ocurre cuando uno de ellos avanza demasiado
rápido impidiendo que lleguemos a él?.
Posiblemente
nuestro lenguaje no verbal sea similar al que tiene Tom persiguiendo a Jerry en
esta viñeta generado por la intrusión de pensamientos negativos (e
insconscientes) en nuestro cerebro. Tom puede estar pensando: “nunca lo
alcanzaré”, “siempre se sale con la suya”, “estoy harto de no pillarlo”, “los
demás van a pensar que soy estúpido”, “no soy lo suficientemente rápido”, etc. Estos
pensamientos conducen a un estado emocional de frustración, ira o enojo que
obstaculiza la consecución de nuestro objetivo y en ocasiones en abandono del
mismo (es decir, Tom y su baja autoestima dejarían de perseguir a Jerry).
Pero
realmente, ¿qué hay detrás de la falta de resultados ante un objetivo concreto?
La respuesta es AUTO-SABOTAJE. Según
Alyce P. Cornyn-Selby: "Auto-sabotaje es cuando decimos que queremos algo
y después nos aseguramos de que no suceda". Quizá os preguntéis; ¡Pero si
Tom sí que quiere coger a Jerry!. Cierto, pero además de esto, Tom tiene dentro
de él otra serie de comportamientos, capacidades, creencias, valores e imagen de
sí mismo que actúan como ancla, sería una especie de cuerda invisible (porque
en realidad no la vemos- no somos conscientes) que le une a una piedra difícil
de mover. Finalmente, algunos de estos elementos frenan el avance y dificultan
conseguir el objetivo.
Es
de vital importancia bucear dentro de nosotros y tomar conciencia de todas las
cosas, y digo todas (o al menos las máximas posibles) que actúan como
obstáculos. A menudo ocurre que continuamos con nuestro sabotaje porque hemos
superado alguno o varios de esos lastres, pero continuamos alimentando con
nuestros pensamientos y conductas a otros de igual poder. Muchas de las cosas de las que debemos tomar
conciencia pertenecen al plano del subconsciente, generado principalmente
durante los seis primeros años de vida y alimentado por los más de 90.000
pensamientos diarios, muchos de ellos
pertenecientes a hechos pasados.
En
líneas generales las personas mostramos ciertas dificultades para acceder al
plano del subconsciente suponiéndonos un gran esfuerzo. Con frecuencia, en
un primer intento obtenemos respuestas en la línea: “ni idea”, “no lo sé”, “¿pero
qué me ocurre?”, “¿por qué esto se me resiste?” “Cómo soy capaz de pensar esa
barbarie?”. Existen diferentes
metodologías (algunas de ellas ancestrales) que nos permiten acceder con mayor
facilidad al plano del subconsciente: la hipnosis eriksoniana, la programaciónneurolingüística, meditación, mindfulness, coaching y otros.
Después de la toma de conciencia de esos "lastres insconscientes", sentiremos un gran empoderamiento ya que podremos idear planes de acción (cambio de creencias, vivencia de valores, modificación de comportamiento, variaciones en los hábitos o entorno, eliminación de relaciones tóxicas, etc) orientados a alcanzar pequeños y grandes hitos.
En
la siguiente afirmación, Mahtma Gandhi vislumbra la necesidad de perseverar en
nuestras metas y sueños superando cualquiera de los obstáculos con los que nos
encontremos, incluidos, por qué no, los que se encuentran en nuestro
subconsciente. En resumen, "todo esfuerzo conlleva una recompensa,¿seguro?. Sí, seguro."