Quizá
esta sea una de las cosas más ansiada por los seres humanos, la felicidad.
Muchas son las personas que la persiguen a través de todas sus conductas y unas
cuantas son afortunadas y logran agarrarla fuerte permitiendo que les acompañe
en el camino de la vida.
¿Qué
es en realidad la felicidad? Desde diferentes disciplinas como la filosofía, la
religión, la psicología o la sociología se ha tratado de concretar a qué nos
referimos cuando hablamos de este concepto.
Nuestra
particular definición de la felicidad es un estado emocional que se produce en la persona como consecuencia del
logro de algo deseado. Generalmente está unido a una sensación de paz, a una visión positiva del medio, al incremento de la motivación y a una sensación de plenitud y gratitud. La felicidad es algo distinto y único para cada persona.
Los
estados emocionales son una consecuencia de las representaciones internas que
hacemos de la información que recibimos del medio ( visual, auditiva,
kinestésica, gustativa..etc) y de nuestro estado fisiológico en ese momento
concreto. La mayor parte de las veces se producen sin tener conciencia de ellos
y son pocas las personas que tienen un control acerca de los mismos. La palabra representración significa
que ante un mismo estímulo (auditivo, visual,..etc) cada persona, en función de
su estructura mental y de las experiencias previas aporta un significado concreto.
Veamos un pequeño ejemplo:
“Habíamos quedado con nuestra pareja a una hora concreta para irnos a
cenar, si bien él o ella se retrasan mucho más de lo previsto”. Si nuestra
interpretación de este hecho es que ha podido pasarle algo, que ha surgido algo
muy importante en el trabajo, nuestro estado emocional será de preocupación. Sin embargo, si lo que inferimos de esa
situación es que seguro que se ha quedado a tomar una cerveza, es poco
importante pasar tiempo contigo, etc, el estado de ánimo será de rabia y
ansiedad".
Gran
parte de nuestra infelicidad, está producida por la interpretación realizada
ante un determinado estímulo. Si detectamos esa representación de la realidad, podemos cambiarla, y elegir otra alternativa
que genere un estado emocional alineado con la felicidad.
Un
paso previo e imprescindible es saber aquello
que realmente deseamos ya que puede ocurrir lo que nos hace realmente
felices quede oculto detrás de lo que culturalmente se entiende por felicidad:
tener éxito profesional, grandes riquezas, ser admirado por otros, ser
atractivo/a, muchos amigos, una pareja espléndida…etc. En ocasiones, buscamos
la felicidad en lugares o conceptos erróneos y nos sentimos tremendamente
desgraciados al carecer de ello.
La
felicidad está en las pequeñas cosas, está en el camino hacia el logro de
nuestros deseos, en aquello cotidiano que aporta paz y plenitud, está en el
proceso y no en el resultado, está en la interpretación o representación interna que realizamos de nuestra vida.
Descubrirlo puede resultar más complejo de lo que a simple
vista parece. Un interesante ejercicio es responder a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es para mí la felicidad?
- ¿Qué es realmente importante en mi vida?
A
continuación quiero compartir algunas de las cosas que para mí (tras muchas reflexiones, modificaciones
y correcciones a lo largo de los años) constituyen mi FELICIDAD:
- Acurrucarse junto a la persona
amada y sentir su calor.
- La libertad, caminar por un
sendero que te lleva a donde tú elijas ir.
- El sol de cada día sobre mi piel,
me hace sentir viva.
- La voz de la persona que me trajo
al mundo.
- Las confidencias de un día
cualquiera, en cualquier parte.
- La bienvenida a casa llena de lametones.
- Atrapar el abrazo y la sonrisa que
me ofrecen los más pequeños.
- Apoyar y ayudar a quien lo
necesite.
- Aprender de los errores y cometer nuevos, para continuar aprendiendo.
Y
para ti ¿QUÉ ES LA FELICIDAD? ¿Qué
añadirías en el cajero de la felicidad?